viernes, 19 de noviembre de 2010

Colaboración en El Universal 19 nov 2010

EL UNIVERSAL
México D.F., a 19 de noviembre de 2010


El UniversalSeccionesCartera

Boquete al presupuesto


Fernando Gómez Suárez* | El Universal





fernandogomezsuarez@yahoo.com

La cultura del no pago prevalece en nuestros días. El caso de Mexicana de Aviación muestra una serie de propuestas cuestionadas donde para tapar un hoyo destapan más.

Disminuir la deuda de la aerolínea con el sector público abriría un boquete de unos 4 mil millones de pesos que las arcas de la nación perderían en forma de quitas, condonaciones o deuda que se pretende no reconocer para preservar una empresa emblemática, cuyo final sólo se estaría prolongando a costa del erario público.

Medio de financiamiento indebido para empresas que evaden sus compromisos con proveedores, clientes, trabajadores y autoridades, el concurso mercantil o procedimiento de quiebra ordenada es un recurso válido aunque no absolutorio de las responsabilidades del empresariado en el país.

De acuerdo con la lista publicada por el Instituto Federal de Especialistas de Concursos Mercantiles (Ifecom), de 15 mil millones de pesos de deuda inicial (más sueldos de 40 millones de pesos al mes) se pretende reconocer 2 millones 477 mil Udis (4.464 pesos por Udi), es decir, poco más de 11 millones de pesos de los 13 mil 782 acreedores enlistados.

Más que rescatar a cualquier costo a esta aerolínea se requiere viabilidad para los mil 680 millones de pesos con que dicen los nuevos dueños recomprarán una empresa endeudada y con menor participación en el mercado, con sólo 26 aviones propios de aquellos 69 que tenía para transportar 22 mil pasajeros en 220 vuelos al día, ya sin propiedades inmobiliarias como la torre donde alberga sus oficinas, menor participación en empresas rentables donde está asociada al 50% con Aeroméxico, como en la carguera Aeromexpress, la capacitadora Alas de América, la de servicios en tierra Seat, la de turborreactores ITR o la de reservaciones Sabre.

Salvar a Mexicana sin un plan estratégico para la industria en su conjunto sólo conducirá a que en el mediano plazo vuelva a recaer ante el diferencial del costo y la rentabilidad que puede tener si se compara la valuación de 165 millones de dólares que tuvo hace sólo 5 años contra los 140 con que se pretende revender a nuevos accionistas.

A las arcas de este país dejarían de ingresar los 791 millones de pesos que le debe a Bancomext, impuestos y derechos por 39 millones al IMSS, 221 millones por servicios de aeropuertos, 350 millones por combustible (ASA), mil 331 millones a ASA, 175 millones por impuestos pendientes (SAT), más 5 mil 850 millones de mantenimiento, reservas para retiro de personal, utilización de flota, pilotos y otros.

El boquete de 4 mil millones de pesos disminuiría servicios y obras de impacto social como escuelas, hospitales y alumbrado. Equivale a los proyectos carreteros recién aprobados en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2011 por la Cámara de Diputados para los estados de México y Veracruz, gobernados por serios aspirantes a la presidencia de la República y donde a mediados de año habrá elecciones estatales, ambas entidades consideradas la mayor reserva de votos a nivel nacional. La rebaja es proporcional a la décima parte de los recursos extra por 60 mil 511 millones de pesos obtenidos del Presupuesto de Egresos de la Federación 2011.

Pérdida de recursos

El boquete equivale también a la construcción de un nuevo aeropuerto para la ciudad de México. Los costos de una mala administración se quieren endosar a los trabajadores, la parte vulnerable de este proceso. Hacerlos socios es ofrecerles beneficios en caso de rendimientos, pero también les hace copartícipes de las pérdidas. Los pilotos, por ejemplo, ya eran socios accionistas de 5% del capital social de Mexicana desde hace 4 años y pudieron prever escenarios por el acceso a los reportes del consejo de administración de la firma.

Puede ser encomiable intentar el rescate de una empresa que daba sustento a cerca de 10 mil trabajadores, pero lleva 5 años operando con una impresionante deuda de más de 15 mil millones de pesos. La quiebra ordenada no es el peor escenario. Una buena parte de los trabajadores será recontratado por las demás aerolíneas, ya que el aéreo es un mercado cautivo. Quienes antes volaban con Mexicana ahora lo hacen con otras empresas.

El reto ahora es diseñar una estrategia que resuelva problemas estructurales y no sólo “patear” el problema que se vive en esta aerolínea. Qué decir del adeudo por mil 428 millones a Banorte, que no aparece en la lista, pero sí en las razones y causas por las que se propone no reconocer el crédito otorgado. Obvio que los costos crediticios ahora serán mayores por proveedores y acreedores que vayan a convivir, ya no sólo con lo que eventualmente quede de Mexicana, sino con el resto de las aerolíneas sólo por el factor de riesgo.

*Analista del sector aeroportuario

No hay comentarios:

Publicar un comentario

COMENTARIOS Y/O PROPUESTAS: