La T2 ahoga al aeropuerto
04/10/2013Por Miriam Paredes
El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) verá limitados hasta en 50 por ciento sus ingresos para mantenerse en óptimas condiciones por lo menos hasta 2015, en tanto no concluya el pago de la construcción de la Terminal 2.
A pesar de las restricciones que enfrentaría el principal aeródromo del país en diez años, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) autorizó en 2005 que la mitad de sus ingresos se utilizaran para el pago de la ampliación de esta base.
Analistas del sector coinciden en que fue un error limitar al AICM, pues al final el proyecto de aumentar la capacidad ya fue rebasado y aún existe un adeudo por 200 millones de dólares.
Para aumentar la infraestructura del AICM, la terminal que entonces administraba Héctor Velázquez, recurrió a un esquema en el que se construyó un Fideicomiso (FISO) como vehículo financiero para obtener un crédito por un plazo de 10.5 años que tendría como única fuente de pago los ingresos por concepto de Tarifa de Uso de Aeropuerto (TUA) antes de impuesto, previa autorización de la SCT.
Para este proceso el Consejo de Administración del AICM contrató a Nacional Financiera (Nafin) para la prestación de servicios profesionales consistentes en la estructuración del esquema de financiamiento y para que además fungiera como acreditado ante los bancos.
Nafin intervendría en el proceso en calidad de fiduciario del Contrato de Fideicomiso Irrevocable de Administración y Pago número 80460, hasta que fuera pagado en su totalidad.
El 26 de agosto de 2005 quedó formalizada la operación de financiamiento con los bancos BBVA Bancomer, Banamex Citi, HSBC e Inbursa.
El monto inicial del préstamo fue de 400 millones de dólares a un plazo de 10.5 años con una tasa de interés de 5.527 por ciento de acuerdo con el informe de Rendición de Cuentas de la Administración 2000-2006 de Nafin.
Sin embargo, en 2006 el aeropuerto de la Ciudad de México firmó un Convenio Modificatorio al Contrato de Crédito con Nacional Financiera para ampliar en 108.5 millones de dólares más el crédito obtenido con las instituciones financieras, ante la falta de recursos para concluir el resto de las obras. La deuda se incrementó ese año.
TUA para mantenimiento, no construcción
Según el AICM, mediante el oficio número ASA/A/081/06 Aeropuerto y Servicios Auxiliares (ASA) solicitó un monto adicional equivalente a 71 mil 385 millones de pesos para el equipamiento de la nueva terminal como los servicios de agua, drenaje, teléfonos, radiocomunicaciones y energía eléctrica así como rodajes, la barda perimetral y el deflector.
Fernando Gómez Suárez, consultor independiente del sector aéreo, destacó que la inversión que se dirigió a la construcción de la Terminal 2 ha generado rezagos en el mantenimiento del AICM, pues la TUA se creó para la conservación de la terminal, no para su construcción o ampliación.
"Sin embargo, son frecuentes los problemas no sólo operativos sino de infraestructura instalada en ambas terminales", agregó el especialista.
Hoy son claras las deficiencias no sólo en la parte operativa, que formalmente fue saturada en el primer semestre del año, sino también en la que corresponde a los usuarios.
Sólo por dar un ejemplo, el Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP) refiere que su principal fuente de ingresos es el cobro del TUA. En 2011 y 2012 los ingresos por TUA representaron 51.8 por ciento y 57.1 por ciento, respectivamente, de los ingresos totales.
Los estados financieros del AICM determinan que en 2012 la terminal recibió ingresos totales por cuatro mil 985 millones 406 mil 654 pesos. Sin embargo, 51.1 por ciento, es decir, dos mil 545 millones 258 mil 351 pesos fueron por TUA.
El resto, unos dos mil 440 millones 148 mil 303, fueron por concepto de servicios aeroportuarios, comerciales y servicios complementarios.
Los recursos para mantenimiento siguen faltando.
La terminal más importante del país, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) tiene capacidad para 32 millones de personas. En 2012 atendió a casi 29.5 millones de viajeros, por lo que su saturación total está cada vez más próxima. (Millones de usuarios)
** Las fallas se han agravado
Una vez cancelado el proyecto de construcción del nuevo Aeropuerto en Texcoco en 2001, que promovió la administración de Vicente Fox, la SCT solicitó a Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) el desarrollo del Programa de Atención a la Demanda de Servicios Aeroportuarios en el centro del país para los siguientes 25 años.
El objetivo era lograr aumentar la capacidad del sistema a 58 millones de pasajeros, de los cuáles 30 tendrían que ser atendidos por el AICM, diez millones por el Aeropuerto de Toluca, 14 millones por el de Puebla y cuatro millones por las terminales de Guadalajara, Monterrey y Cancún, estos últimos como distribuidores de tráfico, según el libro blanco de ASA.
El programa entonces contempló la ampliación del AICM a través de la T2 y el desarrollo de las terminales de Toluca, Puebla y Querétaro, el denominado Sistema Metropolitano de Aeropuertos (SMA).
Al respecto, al analista Fernando Gómez Suárez destacó que si bien la cesión de TUA limitó al AICM, también hubo recursos adicionales que se destinaron a fortalecer al SMA, que actualmente cuenta con aeropuertos subutilizados.
"El SMA no ha logrado despegar, porque la demanda real se da en la Ciudad de México y se ha comprobado con una mayor concentración de aerolíneas en el AICM que antes operaban en el aeropuerto de Toluca, por ejemplo".
"La solución de la construcción de la T2 fue un proyecto de muy corto plazo, debido a que su expansión no sirvió para contribuir a desahogar los problemas operativos que aquejan a la terminal ante la imposibilidad de ocupar sus dos pistas simultáneamente para aterrizajes o despegues, sino sólo en tener un mayor espacio para los servicios a pasajeros", agregó Guillermo Galván, asesor técnico en aeronáutica de Hefferan y Cervantes Abogados.
De acuerdo con el informe de ASA, antes de la construcción de la T2 se tenían continuos congestionamientos de aeronaves en las principales horas a consecuencia de la insuficiencia operacional. Pese a ello, sólo se liberó más espacio en rodaje para que las aeronaves pudieran tener mejor transito, pero en realidad siguen operando las mismas dos pistas que hace dos años.
El AICM destaca que entre los principales logros alcanzados con la construcción de la T2 se logró un descongestionamiento en áreas de migración, recuperación de equipaje, aduana y vestíbulo de bienvenida de pasajeros y áreas de pre-espera.
Pero los cálculos del AICM fueron contradictorios, pues en un principio ASA señaló que con el programa Ampliación del Aeropuerto Internacional del DF se pretendía aumentar el máximo de pasajeros a 30 millones anuales para los próximos 25 años.
Sin embargo, se estima que entre 2013 y 2014 la terminal llegue a su capacidad máxima instalada.
En el Plan Maestro del AICM, que fue presentado en mayo de 2003, la SCT reconoció la imposibilidad de ampliar áreas limítrofes, por lo que su capacidad de crecimiento estaba a tope y podría ser alcanzada antes de diez años.
Carlos Almada, subsecretario de Transporte de la SCT, dijo que se espera que en el proyecto de presupuesto para 2014 se puedan destinar más recursos al AICM para su mantenimiento.
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