lunes, 19 de agosto de 2013

Excélsior 19 08 2013 La T2. otra por saturarse


La T2, otra por saturarse

19/08/2013
Por Miriam Paredes

La inversión realizada para la construcción de la Terminal 2 (T2) del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), edificada con el objetivo de satisfacer la demanda futura de los servicios aeroportuarios en la zona centro del país, fue inviable debido a que el aeródromo está próximo a agotar su capacidad y aún no se termina de pagar, coinciden analistas.

Hasta diciembre de 2012, el saldo del crédito bancario contratado por Nacional Financiera (Nafin) para la edificación de la terminal ascendía a 196 millones 644 mil 772 dólares (unos dos mil 503 millones 582 mil 745 pesos), según el dato más reciente registrado en los estados financieros del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM).

El proyecto de la T2 tenía como objetivo aumentar la capacidad de atención del aeropuerto capitalino de 24 a 32 millones de pasajeros a mediano plazo. Sin embargo, durante 2012 la cifra de usuarios ya alcanzó los 29.5 millones. En los primeros siete meses de este año se dio servicio a 17 millones 791 mil 227 pasajeros, un crecimiento de 6% frente al mismo lapso del año pasado.

Al respecto, Víctor Hugo Valdés, investigador de la Universidad Anáhuac, destacó que la construcción de esta terminal estuvo mal planteada, pues su capacidad instalada fue una solución de muy corto plazo.

"Además de que en caso de que el Gobierno Federal optara por la construcción de un nuevo aeropuerto y decidiera cerrar el actual, se convertiría en inversión con poca vida útil y un desperdicio de recursos", señaló.

El costo total de inversión para esta obra fue de ocho mil 596 millones de pesos, según datos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).

Los estados financieros del GACM muestran que entre 2012 y 2011 la deuda para la construcción se redujo 55.7 millones de dólares. Mientras que de 2010 a 2011 el monto destinado a capital fue de 49.9 millones de dólares, por lo que de continuar a ese ritmo el importe total podría terminar de pagarse entre 2015 y 2016, como lo plantea el plan inicial.

Malas cesiones

Para financiar el proyecto de la T2, el AICM participó en 2005 en un mecanismo basado en los flujos de su operación, cediendo el derecho del cobro de la Tarifa de Uso de Aeropuerto (TUA) de los próximos 10.5 años a Nafin, quien a su vez contrató un crédito bancario por 400 millones de dólares con diversas instituciones financieras.

Fernando Gómez Suárez, consultor independiente especialista en el sector aeronáutico, señaló que el TUA, alrededor de 50% de los ingresos de un aeropuerto, fue creado con el objetivo de que se tuvieran fondos para mantenimiento, rehabilitación y conservación de las instalaciones, y no para destinarse a la construcción de infraestructura.

Lo anterior, le ha restado a terminal aérea la posibilidad de tener los ingresos adecuados para su fortalecer su operación.

El AICM ha estado trabajando con recursos limitados y elementales, lo que repercute en el resto de la capacidad instalada.

"Los beneficios que tendría que haber logrado esta instalación no alcanzan a justificar el monto de su inversión. La inyección de capital fue inviable, poco rentable y se tuvo que realizar con recursos propios de la operación luego de que el sector privado no atendió la invitación del estado para invertir 50 por ciento", señaló.

Problema de fondo

Guillermo Galván, asesor técnico en aeronáutica de Hefferan y Cervantes Abogados, explicó que la construcción de la T2 se realizó con el objetivo de desahogar las operaciones de la TI, pero sólo en cuanto aposiciones para las aeronaves y el embarque y desembarque de pasajeros, pues el problema de fondo de la terminal sigue siendo la cercanía de sus pistas que impiden operaciones simultaneas.

Dijo que el AICM no sólo sufre saturación, sino también congestionamiento, debido a que hacen falta calles de rodaje, es decir, que existe poco espacio de maniobra para las aeronaves en tierra.

"Ya no se pueden hacer más parches al AICM, ni en pistas ni en calles de rodaje", dijo.

Ante la declaración de saturación de la principal terminal del país en los horarios de las 6:00 am a las 9:59 horas y de las 16:00 pm a las 19:59 horas, la Dirección General de Aeronáutica Civil, en conjunto la administración del aeropuerto y las aerolíneas, acordaron que a partir del 28 de octubre se operaran 58 slots (horarios de aterrizaje y despegue) por hora, ya que durante 2012 en más de 52 ocasiones se realizaron hasta 61 operaciones por hora.

Aún sin solución

Galván destacó que lo más viable para atender la demanda de servicios aeroportuarios sería la construcción de un nuevo aeropuerto en el Valle de México.

"Sería ubicar esta terminal a una distancia que implique el menor tiempo posible a invertir para subirse a un avión, y eso dependerá de la conectividad", dijo.

El sector privado apoya la idea de que un nuevo aeropuerto es prescindible a la brevedad posible.

Sin embargo, el proyecto de un nuevo aeropuerto no fue contemplado como parte del Programa de Inversiones en Infraestructura de Transporte y Comunicaciones 2013-2018.

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