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Aeropuertos “satélite”, sin pista para el futuro
El Universal
Jueves 23 de julio de 2009
El sistema metropolitano de aeropuertos del valle de México también está condenado al fracaso, de acuerdo con especialistas, luego de comprobar que no fue capaz de hacer viable la aplicación de una política de aerolíneas de bajo costo en el país.
Exponen que el planteamiento de complementar las operaciones aéreas en el Distrito Federal con las terminales de Cuernavaca, Toluca, Puebla y Querétaro no resuelve de fondo la problemática de saturación que existe en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
Muestra de ello, comenta Jorge Sunderland, director de Sunderland Kuri y Asociados, es que a la fecha no hay mayores avances en el proyecto de terminales “satélite”.
Refiere que en 2003, previo a la concesión indiscriminada de licencias para la operación de aerolíneas de bajo costo en México, se planteó la conformación del Sistema Metropolitano de Aeropuertos (SMA).
Señala que la idea surgió a raíz del “fracaso” en la construcción de un nuevo aeropuerto en Texcoco, aunque en realidad obedece a una estrategia que no se ha podido establecer desde hace más de 20 años.
Se trataba de una medida sin futuro que no aspiraba más que para “salir del paso” y que después quedó en el olvido, comenta, “pero ahora dice el gobierno que va a retomar la idea y que impulsará estos aeropuertos”.
Para el consultor independiente Juan Antonio José, el SMA es una utopía. “Es sólo maquillaje al problema de fondo, en el mediano plazo las autoridades tendrán que retomar la idea de construir un aeropuerto alterno”.
En entrevista asegura que antes de 2012 se retomará este tema en la agenda política del país hasta que se concrete el proyecto. “No hay otra salida al problema”, sostiene.
En días recientes, el subsecretario de Transporte, Humberto Treviño Landois, planteó la necesidad de reactivar el sistema metropolitano de aeropuertos en el valle de México luego de reiterar que la construcción de un aeropuerto alterno en la ciudad de México estaba descartada.
Entonces, el funcionario habló de aprovechar las inversiones realizadas en la terminal de Cuernavaca e impulsar a Querétaro y Puebla, porque Toluca había logrado despuntar.
Sin embargo, el especialista José indica que Puebla atiende un mercado muy distinto a las necesidades de la capital del país. Por su ubicación geográfica está más enfocado en Tlaxcala, Veracruz y estado de México.
Agrega que el aeropuerto de Querétaro es considerado un “elefante blanco” porque no se ha apostado por su desarrollo que, considera el especialista, está en el servicio de transporte de carga.
No obstante, para que pueda darse este impulso, señala Sunderland, el esfuerzo deberá concentrarse en Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), organismo que opera 20 aeropuertos en el país, dos más en sociedad (Tuxtla Gutiérrez y ciudad de México), además de tener participación precisamente en las terminales de Querétaro, Toluca y Puebla.
Fernando Gómez Suárez, especialista en temas de negocio dentro del sector aéreo, comenta que la vocación de estos aeropuertos “satélite” es la de atender mercados regionales y no la de suplir, como complemento, la falta de capacidad en el aeropuerto internacional de la capital.
Agrega que la estrategia está mal planteada y que en esa medida no podrá alcanzarse la rentabilidad que toda aerolínea busca y que aspiraría finalmente al entrar al sistema de aeropuertos referido.
El cuello de botella en la ciudad de México, reitera, no se resolverá con el SMA sino con un aeropuerto de mayor capacidad, que tenga la visión de atender la demanda de pasajeros no de los próximos 10 años sino de por lo menos tres o cuatro décadas más.
Por lo pronto, en las direcciones de los aeropuertos de Querétaro y Cuernavaca ya hubo cambios. Hace cuatro meses José Luis Chavero asumió la administración de la terminal queretana y César Salgado Leyva hizo lo propio en el aeropuerto de Morelos.
El aeropuerto de Puebla está inmerso en un proceso de ampliación. En la primera de tres fases se invirtieron recursos por 55 millones de pesos, aunque están pendientes el resto de obras que implican alrededor de 20 millones de dólares, de acuerdo con la terminal.
Gómez Suárez considera que en la aviación ejecutiva hay un nicho de mercado interesante que puede explotarse en los aeropuertos del valle de México.
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