EXPANSIÓN
Cuando dos aeropuertos no suman más que uno
21/08/2018
El dictamen del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) elaborado por el equipo del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, y publicado la semana pasada centra sus críticas en los sobrecostos, el impacto ambiental y el retraso en la construcción, pero no menciona el tema de la presunta corrupción, que en el pasado enfocó muchas de las críticas de AMLO.
El documento detalla los pros y contras de las dos alternativas a la situación aérea de la capital: seguir con el NAIM o ampliar la base militar de Santa Lucía para que coexista con el actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). Sin embargo, reconoce que esa segunda opción no solucionará el problema que llevó a iniciar la construcción del NAIM: la saturación del aeropuerto de la capital.
“El tema a resolver es el de la saturación aérea en la capital, y ese es un problema que se ha perdido de vista”, dijo Fernando Gómez, consultor del sector aeroportuario.
La alternativa de construir el Aeropuerto Internacional de Santa Lucía en la base militar considera menores costos, de alrededor de 70,000 mdp, además de un menor tiempo para iniciar operaciones. Pero en materia aeronáutica esto sería muy complejo, según Gómez, que hizo referencia a un estudio presentado por la consultora del sector MITRE.
De acuerdo con MITRE, la coexistencia de ambos aeropuertos sí es factible, pero estaría delimitada por las opciones de trayectorias de vuelos y la incursión de nuevas tecnologías. Es decir, tendría que haber restricciones en el número de operaciones, y esto “no permitiría superar el problema de saturación”, admite el dictamen.
Es decir, es viable tener dos aeropuertos, pero sería una solución que no solucionaría nada.
El problema de la saturación del aeropuerto de la Ciudad de México impedirá atender la creciente demanda proyectada para las siguientes décadas y puede tener repercusiones económicas para el país, de acuerdo con la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA). “Si el nuevo aeropuerto no se construye, puede significar 20 millones menos pasajeros por año para 2035. Esto se traduce en un impacto negativo de 20,000 millones de pesos de contribución al PIB y 200,000 empleos menos en México soportados por la aviación para 2035”, dijo un vocero de IATA vía electrónica.
El documento del equipo de López Obrador expone la preocupación de la saturación que ya vive el AICM, pero no profundiza en sus alternativas para solucionar este problema.
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