EL ECONOMISTA
Columna
Temporada Alta / ¿Y las ventajas del acuerdo aéreo con EU?
18/08/2016
Por Fernando Gómez Suárez
La entrada en vigor del acuerdo bilateral aéreo entre México y Estados Unidos nos coloca en desventaja en cuanto a competencia y capacidad de flota. Las aerolíneas de allá controlan 75% del mercado entre ambos países. Movilizan 18.5 millones de pasajeros al año contra 6.5 millones que transportan las aeronaves mexicanas.
Cierto que habrá más pasajeros, más carga, más vuelos y, por ende, mayor derrama económica. Pero la flota aérea mexicana apenas llega a los 250 aviones y, aún con las 27 aeronaves que nos lleguen en los próximos años, no podemos competir contra los 3,000 aviones que conforman la flota comercial estadounidense.
El otro punto es que el aeropuerto capitalino, que concentra 40% de los vuelos del país, está saturado. ¿Dónde pretenden las autoridades meter nuevos vuelos si no hay capacidad en tierra ni en aire? A menos que quieran volar entre las 12 de la noche y las cinco de la mañana claro está, aunque ni así podría atenderse la demanda de nuevas rutas desde y hacia Estados Unidos.
Tres cuartas partes del mercado son controladas por las líneas aéreas estadounidenses. 25 millones de pasajeros se mueven entre ambos países. ¿Quién prevé los costos o efectos que traerá una liberación de mercados ante la falta de equipos e infraestructura en nuestro país? ¿En qué momento las aerolíneas, sindicatos, colegios y organizaciones del sector dejaron de protestar ante estos riesgos para aplaudir de la noche a la mañana estas medidas? Es bueno que haya mayor derrama, mayor turismo, mayores plazas laborales. Sin embargo, no estamos preparados para atender ese incremento sustancial en cuanto a número de pasajeros, carga, operaciones y rutas. ¡No tenemos parque! La industria aérea mexicana será la que pague los costos al no contar con subsidios al combustible, a tasas altas por financiamientos, al no tener una política aeronáutica integrada.
Interesa más la cifra elevada, el acuerdo aplaudido. Cabe mencionar que México tiene 42 acuerdos bilaterales aéreos globales. Éste que nos ocupa, con nuestro principal socio comercial, es sin duda trascendente. Las estadísticas demostraron ya lo que pasó cuando salieron Mexicana y Aviacsa del escenario: las aerolíneas estadounidenses acapararon la mayor parte del mercado, mientras las aerolíneas mexicanas se quedaron con una mínima parte, pues no contaban con flota suficiente para atender el mercado.
Ahora que si las estadounidenses desarrollan más rutas y frecuencias al interior del país, ya que según las autoridades casi no aterrizan en CDMX, pues habrá que aplaudir que la solución a la mala comunicación aérea y desarrollo de polos regionales se la vayamos a deber a EU por casualidad y no a políticas públicas que debieron haber sido diseñadas para eso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
COMENTARIOS Y/O PROPUESTAS: