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Aeromar: un lustro a la espera de un salvavidas que nunca llegó
16 FEB 2023
CNN Expansión México
Juan Tolentino
En los últimos años, un desfile de directivos aseguró que una inversión estaba
por entrar a la aerolínea, pero la fallida promesa hoy afecta a más de 700
trabajadores desempleados.
Aeromar ha estado a punto de cambiar de rostro en más de una ocasión a lo largo
de los últimos años. La colombiana Avianca, la brasileña Nella e incluso el
propio gobierno federal sonaron para ser inversionistas en la aerolínea
regional, que voló durante más de 35 años; sin embargo, la empresa ha tirado la
toalla, dejando a casi 700 trabajadores desempleados y a un número incierto de
pasajeros con boleto en mano.
La crisis no había sido algo nuevo para Aeromar en años recientes. Antes de la
pandemia de covid-19, la empresa había batallado con adeudos con sus
trabajadores por diversas prestaciones, así como impagos con entidades
gubernamentales, y su salida parecía ser la misma: buscar capital fresco. Hoy,
el tamaño del boquete es de alrededor de 7,000 millones de pesos, según los
sindicatos.
En 2016, Aeromar parecía estar del otro lado. En aquel momento, Synergy Group
entonces el mayor accionista de la colombiana Avianca anunció una inversión de
100 millones de dólares en la empresa, que pasaría a ser Avianca México; sin
embargo, la firma encabezada por Germán Efromovich se echó para atrás
argumentando que requería ver una mayor estabilidad en las finanzas de Aeromar
para concretar la operación.
"A mí nunca me pareció una buena idea hacer algo con Aeromar, y no vamos a
hacer absolutamente ningún tipo de inversión. No añade mucho, ya tenemos un
código compartido con Aeroméxico, que es más grande, con más frecuencias",
dijo Anko van der Werff, entonces CEO de Avianca, a medios en octubre de 2019.
Sin embargo, para los directivos de Aeromar la historia era otra. Para ellos,
la intención de inversión de Avianca la más cercana que la empresa tendría en
su historia se cayó por otros motivos.
"Avianca se retira porque entró en una situación difícil interna. Lo
segundo fue porque cancelaron el aeropuerto de la Ciudad de México, el de Texcoco.
Como querían un hub internacional y ahora van a ser tres aeropuertos, pues vio
que ya no era viable su modelo", dijo Danilo Correa, director general de
Aeromar, en una reunión con medios en octubre de 2021. "Un 90% de por qué
no se tomó la transacción está en estos dos factores".
Aun entonces los sueños de Aeromar eran ambiciosos: triplicar su flota en los
siguientes cinco años para tener 30 aviones ATR -42 y ATR-72, con una inversión
de 50 a 100 millones de dólares. Y cuando se le preguntó al director de la
aerolínea qué sería diferente en comparación con la fallida inversión de
Avianca, su respuesta parecía simple: en el proceso participaba la banca de
inversión.
Tiempo después, los trabajadores darían cuenta de un esfuerzo que tampoco logró
cuajar: el de un crédito por 75 millones de dólares de la banca de desarrollo,
que a mediados de 2022 todavía se negociaba, y que empataba con otro plan, pero
del gobierno federal: tener su propia aerolínea.
Una de las propuestas contemplaba una conversión del financiamiento en una
participación de la empresa, donde el gobierno federal entraría como
accionista. "Tenemos un plan que ya se presentó", dijo José Humberto
Gual, secretario general de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA)
de México, en junio de 2022.
"El mismo señor presidente Andrés Manuel López Obrador en una plática que
tuve con él me dijo que con él contábamos tanto los trabajadores mexicanos como
los pilotos, nos dijo que él apoyaba desde la parte gubernamental para que esta
aerolínea siguiera a flote", agregó.
La última esperanza de Aeromar se dio de manera más silenciosa. Hace unas
semanas, en las redes sociales de la aerolínea apareció un cambio de identidad
que hoy ha sido bajado en el que el nombre de la aerolínea pasaba a ser 'Aeromar
by Nella', con una imagen de perfil distinta y dos logos, tanto de Aeromar como
de Nella, respaldado por un fondo estadounidense que tenía planes para crear
una nueva aerolínea en Brasil, sin que se hayan concretado.
Pese al cambio de imagen, sólo hubo información que trascendió desde los
sindicatos de Aeromar y de medios, sin que Aeromar se pronunciara oficialmente.
Para Fernando Gómez Suárez, analista del sector aéreo, la falta de capital fue
el punto crítico para que la aerolínea quebrara, ocasionada por una falta de
certeza de la propia empresa, cuyo dueño, el israelí Zvi Katz, huyó del país
desde hace varios meses, según los sindicatos.
"No hubo ningún inversionista con interés serio, intención formal. El
problema es que, cuando revisan los estados financieros de las empresas, el
valor en libros, los activos y cuentas por cobrar, y no hay activos suficientes
para garantizar una tasa de retorno, difícilmente le entran", refiere el
especialista. "Es muy difícil engañar al capital".
De momento, la consecuencia más inmediata será el desempleo para casi 700
trabajadores de la aerolínea, así como para los pasajeros, que, más allá de que
puedan tomar un vuelo ya adquirido con la aerolínea, padecerían la falta de
conectividad regional, que Aeromar daba mediante rutas cortas desde Ciudad de
México a destinos como Ixtepec, Tepic y Villahermosa, entre otros destinos.
"Ante la desaparición de competidores, las demás aerolínea se van a
aprovechar. Es el problema cuando desaparece una empresa. El pasajero pierde al
disminuir conectividad, el encarecimiento de los servicios, y el Estado pierde
ingresos", concluye Gómez Suárez.
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