Incumple metas; buscaba mover 2.4 millones, hoy sólo son 1.3
millones
21 marzo 2021
El Financiero, pág. 1,16, Aldo Munguía
Ningún decreto presidencial ha bastado, ni siquiera la reducción en 15 por
ciento de las operaciones en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México
(AICM), para lograr que el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA)
cumpla su objetivo. En 12 meses, el proyecto del presidente Andrés Manuel López
Obrador no ha logrado reducir la saturación del puerto aéreo de la capital,
coinciden expertos.
El AIFA llega a su primer aniversario con poco más de un millón 300 mil
pasajeros movilizados, cuando su meta era transportar a 2.4 millones de
pasajeros al cierre del 2022.
También fracasó en generar un mercado aéreo que pueda ser atractivo para las
líneas aéreas nacionales y extranjeras.
El aeropuerto inaugurado en marzo del año pasado tiene alrededor de 14 mil 500
operaciones acumuladas al mismo mes del 2022, una cifra que al Aeropuerto
Internacional de la CDMX le cuesta tan solo 12 días en cubrir.
Originalmente, el plan maestro de desarrollo indicaba que la meta para el
primer año de funcionamiento del aeropuerto era llegar a las 80 mil operaciones
y rondar los 10 millones de pasajeros.
“No hay vuelos, no hay oferta, no funciona; un aeropuerto desierto es un
fracaso bajo cualquier visión, para hacerlo funcionar tenemos que generar
oferta. Nos hemos ocupado mucho de la infraestructura, pero no tenemos oferta,
nuevas aerolíneas o fortalecimiento de las que ya existen”, dijo Rogelio
Rodríguez, doctor en derecho aeronáutico.
Aunque la información estadística del AICM indica una disminución de
operaciones y de pasajeros al cierre del 2022, esa disminución no se explica
por una hipotética baja saturación, sino por el impacto de la pandemia, además
de la quiebra de Aeromar e Interjet.
Asimismo, ninguna de las líneas aéreas, hasta el momento, ha trasladado vuelos
del AICM al AIFA, es decir, la oferta que el nuevo aeropuerto tiene ha sido
capacidad adicional de Volaris, Viva Aerobus y Aeroméxico.
“El aeropuerto Felipe Ángeles no está teniendo un movimiento efectivo del
mercado, dado que no se han terminado las obras de infraestructura, eso no le
ha permitido un atractivo para sustituir las operaciones en el AICM, para que
de forma natural se pueda descongestionar”, agrega Rodríguez.
El aeropuerto ubicado en la base aérea militar de Santa Lucía también carece de
un plan maestro con metas claras; si bien el plan inicial, diseñado por Aéroports
de Paris Ingénierie contempla una meta de 19.4 millones de pasajeros en la
primera fase, que estaría concluida hacia el 2032, el director del AIFA,
Isidoro Pastor ha titubeado y cambiado, la cifra meta para el primer año del
puerto aéreo.
“No se ha cumplido el objetivo del AIFA, que es la reducción de la saturación
porque el nuevo aeropuerto tuvo que haber absorbido, al menos, 10 millones de
pasajeros y aproximadamente unos 70 mil operaciones de las que tiene el Benito
Juárez. No se ha logrado porque falta la incorporación de aerolíneas”,
coincidió Fernando Gómez, analista independiente del sector aéreo.
Gómez agregó que el AIFA no solo carece de rentabilidad en el corto plazo, sino
que va a continuar con subsidios para su operación. Además, puntualizó, el
Felipe Ángeles no fue hecho para detonar un nuevo mercado de pasajeros, sino
que fue construido por la milicia para aminorar la saturación del Benito Juárez
y atender la demanda de la ciudad más importante del país.
“El objetivo no era crear un aeropuerto para un nuevo destino, era conectar a
la Ciudad de México, que ya tiene un mercado cautivo”, remarca Gómez Suárez en
entrevista.
Tanto Rodríguez como Gómez son puntuales en señalar que haber dado el
aeropuerto de Santa Lucía en propiedad a la Secretaría de la Defensa Nacional
(Sedena), así como su administración, para poder generar rentabilidad y
garantizar el pago de pensiones militares, ha fracasado.
“Debe haber un plan de proyección financiera, eso, en el caso del AIFA no
existe. El objetivo de haberle dado la concesión a la empresa
Tolteca-Maya-Mexica, el objetivo era generar presupuesto para poder otorgar
recursos suficientes para las pensiones militares y si no se logra la
rentabilidad, tampoco va a haber esos ingresos”, lamenta Gómez.
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) advirtió que incluso las
proyecciones del Análisis Costo Beneficio del aeropuerto Felipe Ángeles
inaugurado hace un año carecen de sustento técnico que permita revisar su
razonabilidad.
“El AIFA no se planeó, no se diseñó, ni se construyó, conforme a las reglas que
para ello señalan los organismos internacionales. Mucho menos, se planeó,
diseñó y construyó, bajo los principios de negocio utilitario y viable”, dice
Pablo Casas, director del Instituto Nacional de Investigaciones Jurídico
Aeronáuticas (INIJA).
En tanto, para Rafael Echevarne, director general de la Asociación
Internacional de Aeropuertos (ACT) para Latinoamérica, las estrategias, como el
cabotaje, para generar flujo de pasajeros hacia el aeropuerto son debatibles y
no deberían ser aprobadas en tanto no haya una reciprocidad en los mercados.
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