lunes, 31 de octubre de 2016

LA JORNADA Prolifera el taxi aéreo en México: Analista FGS

LA JORNADA

http://www.jornada.unam.mx/2016/10/31/sociedad/038n1soc

Prolifera el taxi aéreo en México; en 20 años se registran 7 mil empresas
31/10/2016
Por César Arellano García

  • El servicio repuntó en el sexenio de Calderón, con el aumento de secuestro
  • Inseguridad en carreteras y el insoportable tráfico terrestre contribuyen al auge: analista 


En las dos últimas décadas se han registrado en México alrededor de 7 mil empresas de taxis aéreos regulares y no regulares que ofrecen servicios ejecutivos y privados o se rentan para otras actividades, como tomas aéreas, paseos, publicidad o fumigación.
Fernando Gómez Suárez, analista del sector aeronáutico, señaló que éstas tienen mayor auge en la zona centro y norte y concentran sus operaciones en más de 10 aeropuertos del país, incluidos los de Guadalajara, Monterrey, Los Cabos Puerto Vallaría y Cancún, por mencionar algunos. En el área metropolitana realizan operaciones principalmente desde el aeropuerto de Toluca a helipuertos de la capital.
"El servicio repuntó en el sexenio de Calderón debido al incremento de secuestros, la inseguridad en carreteras y crimen organizado en diferentes entidades, principalmente del norte del país, y al tráfico terrestre que aqueja a la Ciudad de México.
Los costos van desde tres mil dólares la hora, pero varía en función del horario, inmediatez, el modelo y, obviamente, la capacidad de las aeronaves, ya que algunas pueden transportar hasta 15 pasajeros." De acuerdo con el reglamento de la ley de aviación civil, el servicio de transporte aéreo no regular es de pasajeros, carga, correo o una combinación de éstos; está sujeto a permiso, pero no a rutas, itinerarios y frecuencias fijos; opera desde y hacia cualquier punto del territorio nacional y se clasifica en taxi aéreo, de fletamento, ambulancia y servicios no regulares, establecidos en atención al desarrollo tecnológico, de conformidad con la norma oficial mexicana correspondiente.
Sin embargo, la empresa aeronáutica Airbus estima que para 2030, 60 por ciento de la población mundial, incluida México, vivirá en megaciudades donde hoy en día el tráfico es insoportable para muchos. En ese sentido, empresas buscan reducir y revolucionar el tiempo de recorrido de los usuarios en diferentes países mediante una nueva modalidad de taxis aéreos.
Cabify, por ejemplo, anunció hace unas semanas en la ciudad de México el primer servicio de punto a punto, que ofrece trayectos para una o cinco personas desde el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) hacia el Helipuerto Miditel, en Polanco, y viceversa.
El tiempo de recorrido de los usuarios se reduce 90 por ciento, ya que en horas pico el trayecto se realiza hasta en dos horas por tierra, pero en transporte aéreo dura 10 minutos. El costo es de 98 dólares por persona (casi mil 900 pesos, depende de la variación del dólar). A diferencia del servicio tradicional, Cabify Fly Shuttle se contrata mediante aplicación digital. En otras naciones Uber ofrece servicios en helicóptero para sitios emblemáticos, y no se descarta que lo haga pronto en México.
Modalidad cara Por su parte, Airbus diseña los proyectos Vahana y CityAirbus, vehículos autónomos para transportar pasajeros y carga; el segundo como taxi aéreo. Las pruebas de vuelo del primer prototipo de vehículo están programadas para finales de 2017. La empresa considera que en diez años los productos podrían estar en el mercado "que revolucionará" el transporte urbano de millones de personas.
"La nueva modalidad de taxis aéreos suena interesante; creativos, sin duda, serán una alternativa, pero no para todos los bolsillos, por los costos que representan", afirmó Gómez Suárez.

Por $1,900, un TRASLADO DEL AICM a Polanco SE REDUCE DE 2 HORAS A 10 MINUTOS

miércoles, 19 de octubre de 2016

Portal marcomares.com.mx Aeropuertos desarticulados 19 oct 16

AEROPUERTOS DESARTICULADOS
Por Fernando Gómez Suárez

http://bit.ly/2dzRrtF

(Portal www.marcomares.com.mx)

Durante años hemos visto cómo el gobierno federal destina millones de pesos para administrar y mantener el grupo de aeropuertos bajo la batuta de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA). Las 23 terminales aéreas con que desde 2001 se quedó el gobierno federal son prácticamente las menos rentables del país.
ASA llega a los 15 años de estar manteniendo con vida a aeropuertos como Campeche, Cd. Del Carmen, Cd. Obregón, Cd. Victoria, Chetumal, Colima, Guaymas, Loreto, Matamoros, Nogales, Nuevo Laredo, Poza Rica, Puebla, Puerto Escondido, Tamuin, Tehuacán, Tepic y Uruapan.
Pero también mantiene una participación accionaria en sociedad mercantil en aeropuertos como Tuxtla Gutiérrez, Cuernavaca, Querétaro, Toluca y Palenque donde, del conjunto de aquel grupo de 61 terminales que construyó y administró desde 1965, desde su constitución como organismo público descentralizado, sobresalen como los menos deficitarios.
Recordemos que los más rentables y con ganancias atractivas, fueron desincorporados de ASA para concesionarlos a grupos privados en 4 bloques: Grupos Aeroportuarios del Sureste, del Pacífico, Centro-Norte y Aeropuerto de la Cd. De México.
Aunque éste último, el más importante del país, se conforma por una sola terminal, nunca fue concesionado de facto a un grupo privado, sino que se constituyó una sociedad que es la que actualmente administra el actual aeropuerto así como la construcción del nuevo en Texcoco.
¿De qué vive un aeropuerto? Prácticamente de lo que obtiene de la renta de Espacios comerciales en las terminales (tanto para negocios como aerolíneas) en un 10%; otro 10% por servicios auxiliares y aeronáuticos (radares, pistas, túneles de conexión al edificio, etc); otro 30% de la venta y suministro de combustible (turbosina y gasavión) y 50% de la Tarifa de Uso Aeroportuario (TUA)
Esos recursos no alcanzan puesto que por el bajo aforo de estas terminales (salvo la de la Ciudad de México) hacen imposible obtener mayores ingresos y utilidades. La falta de visión para convertirlos en unidades reales de negocios que han tenido sus directores generales por ser funcionarios, burócratas sectoriales, incluso abogados o pilotos, han hecho que estas terminales continúen como negocios con pérdidas. El erario público debe aportar anualmente un presupuesto mayor al que registran en caja.
Hasta los años 90, del Aeropuerto capitalino obtenían recursos (una especie de subsidios cruzados) para mantenerse a flote. Algunos sin demanda del mercado, otros hechos por capricho (como el de Colima), otros fueron cercados por basureros municipales, los demás, desatendidos en cuanto a generar mayor demanda.
Tan inútil o inocua como la campaña aquella de la Comisión Federal de Electricidad de que para ahorrar un poco (de energía) aconsejaban apagar un foco o la de SECTUR: “Visita México”, los aeropuertos de ASA comenzaron a sufrir estragos, y así tuvieron que cerrar como fue el caso de Palenque en Chiapas, destino formidable que ahora fue relanzado o “inaugurado” como oficialmente se anunció , aunque ya existía desde hace décadas.
¿Cómo es posible que un aeropuerto con ese potencial hubiese cerrado? Pues sí, sucedió. La Secretaría de Turismo se conformaba con el crecimiento de aeropuertos como Cancún, Los Cabos, mientras Acapulco por ejemplo caía cuesta abajo en su rodada, otrora uno de los destinos principales del país.
Son 23 aeropuertos desarticulados, ellos le llaman pomposamente “Red ASA”, cuando ni es red, ni se complementan, ni funcionan estratégicamente. Como tampoco están integrados los miembros del Consejo de Administración del mismo ASA, donde podemos observar que tienen asientos tanto los Secretario(a)s de Gobernación, de Turismo, Relaciones Exteriores, Hacienda y Crédito Público, Agricultura, Salud, etc. etc.
Porque digo que no están integrados? Precisamente porque no hay un plan maestro que detone el crecimiento de esas terminales y esos destinos. Aunque ello sea funda mental para el desarrollo regional y del país.
Tuxtla Gutiérrez, Cuernavaca, Querétaro, Toluca y Palenque han sido atractivos para el sector privado, aunque siguen en la tablita por el escaso margen operativo que les permitiría obtener mayores recursos, si no que le pregunten a los de Toluca cuando después de haber realizado algunas inversiones dos de sus principales clientes (Interjet y Volaris) decidieron mudar sus operaciones a la Ciudad de México, cayéndose con ello el aforo de viajeros y con ello sus proyecciones de ingresos.
¿Que se puede hacer? Aún están a tiempo de enderezar el camino. Mientras el Aeropuerto capitalino anuncia crecimientos mayores a 12% en cuanto al número de pasajeros movilizados, estos aeropuertos de ASA tiene n apenas un 4.2% de crecimiento. Hay casos excepcionales como el de Tepic, Chetumal o incluso Cd Victoria, donde por las elecciones estatales y la transición en el gobierno, se dio mayor movilización de personas. Pero esto es casual, no es cíclico o producto de los “estándares de calidad”.
Hay aeropuertos con un gran potencial como Puebla y Loreto. El primero ya alguna vez fue concesionado a dos grupos empresariales que transaron sus acciones (de transacción, no necesariamente sean malpensados) a terceras personas (no, tampoco como lo hiciera presuntamente conocido gobernador hoy en fuga)
Los aeropuertos son puntos neurálgicos, polos de desarrollo. Mientras no lo vean así las autoridades estarán condenadas a los mismos escenarios de mediocridad, mientras requieren de más y más recursos que seguro se distraen de otros programas sociales más apremiantes.

lunes, 3 de octubre de 2016

La Jornada 3 oct 2016 Sube costo de boletos avión FGS


LA JORNADA
Costo de boletos de avión sube hasta 30% en tres años por encarecimiento del dólar
03/10/2016
Por Cèsar Arellano

En los tres años recientes los precios de los boletos de avión se incrementaron hasta 30 por ciento debido a la volatilidad del dólar, mientras en ese mismo periodo el salario mínimo sólo aumentó 12 por ciento.

Y aunque en México existen líneas aéreas económicas, viajar en avión aún es inaccesible para un gran sector de la población.

En 2013 por ejemplo, volar de la Ciudad de México a Huatulco, Oaxaca, en aerolíneas de bajo costo costaba 2 mil 700 pesos para dos personas. En la actualidad la misma ruta cuesta hasta 3 mil 400 pesos.

De acuerdo con la tabla de salarios mínimos profesionales un trabajador de la construcción gana 102 pesos al día. Tendría que ahorrar un mes de salario neto para poder viajar con su pareja al destino mencionado.

Algunos usuarios del Aeropuerto Internacional de la Cuidad de México (AICM) que viajan con frecuencia a diferentes partes del territorio nacional y al extranjero por cuestiones, entre otras, de negocios, aseguraron que resienten el golpe económico en sus bolsillos.

Airamsol, una empresaria viajera, comentó que en julio un vuelo redondo a Los Cabos, Baja California Sur le costó 4 mil 300 pesos; ayer domingo compró otro boleto al mismo destino y debió desembolsar 300 pesos más. Un paquete turístico a Cuba que el año pasado costaba en promedio 12 mil pesos, ahora cuesta 800 pesos más. Lo mismo con los cruceros. A mediados de 2015 el costo era de 590 dólares cuando el billete verde estaba en 17.50 pesos.

En entrevista, Fernando Gómez Suárez, analista del sector aeroportuario, señaló que al rebasar el dólar 20 pesos, el máximo histórico que alcanzó la moneda nacional, los boletos de avión se encarecerán en las próximas semanas entre 15 y 20 por ciento, dependiendo de las rutas o destinos.

El incremento de tarifas que afectará la economía de los pasajeros, dijo Gómez Suárez, tiene que ser autorizado por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).

"Esto no repercutirá en la demanda, pues debido a la capacidad de compra del viajero éste cubre el costo.

Los viajeros migratorios serán los más perjudicados, es decir, los trabajadores agrícolas que laboran en Estados Unidos y que viajan en avión, con o sin papeles, a las ciudades fronterizas de México; estos representan alrededor de 3 a 5 por ciento de los pasajeros aéreos".

Al respecto, el especialista comentó que las tarifas se fijan con base en un "piso y techo"; es decir, precios mínimos y máximos para que haya un equilibrio.

El incremento en el billete verde también afecta el impuesto a los boletos de avión por uso de servicios en terminales aéreas llamado tarifa de uso de aeropuerto (TUA).

A principios de enero pasado subió 18 por ciento en el AICM; es decir, tenía un costo promedio de 381 pesos, nacional, y 592 pesos, internacional. En septiembre las tarifas eran de 413 y 642 pesos, respectivamente.

Este fin de semana el dólar cerró en casi 20 pesos en diferentes bancos, mientras en la terminal aérea los usuarios lo compraban en mínimo 19.15 pesos y en máximo, 19.70.